Exposición: "Pulso almado, voz lignaria"

Marcelo Díaz, reconocido artista cuya trayectoria se forjó desde temprana edad, fundamenta su labor y expresión artística en dos pilares que han sido fundamentales en su desarrollo, exploración y evolución a través de trabajo constante e introspección.

En primera instancia, destaca el componente emocional que impulsa su creatividad, una idea que surge del encuentro con lo más allá de lo gestual, de la materia y la forma. Este sentimiento arraigado en la poesía, que encuentra tanto en su interior como en la sociedad que lo rodea, se erige como la fuerza primordial que da origen a su expresión artística. Dicha poesía precede al poema y la escultura conformando una unidad expresiva única en cada una de sus obras.

El segundo fundamento es la cuidadosa elección de materiales, siendo la madera el componente esencial en su obra, aunque también incorpora otros como hormigón, gres, hierro, bronce y vidrio. La madera, con sus diversas cualidades lignarias, tales como color, vetas, nudos, cortes y posiciones, se convierte en el elemento expresivo fundamental. Más de 80 tipos de maderas distintas se entrelazan en sus creaciones, transformando este material en algo más que una forma moldeada; se convierte en un medio que naturalmente expresa y enriquece el contenido conceptual de la obra. La técnica de talla constructiva se revela como la clave para armonizar y construir, donde los elementos tallados por separado convergen para dar vida a la obra completa.

La exposición de Marcelo se caracteriza por su enfoque multisensorial y participativo. Se invita al público a sumergirse en varias experiencias, como la posibilidad de llevar consigo los poemas impresos correspondientes a las esculturas. También se permite el contacto físico con algunas esculturas, una experiencia cautelosa pero placentera. Una mesa de olores exhibe las distintas maderas utilizadas, ofreciendo una experiencia olfativa única. Destaca el Lignarión, un xilófono no afinado construido con las maderas utilizadas en sus esculturas, que puede ser percutido. Estas experiencias, junto con otras que solo se realizarán durante un itinerario participativo con la presencia del artista, prometen enriquecer la comprensión de la obra de Marcelo Díaz.